Los TCA tienden a cronificarse, por lo que el abordaje temprano es fundamental. Cuando el entorno comienza a alarmarse, el trastorno podría llevar un tiempo desarrollándose de forma insidiosa.
Es importante, mantener una actitud de no juicio hacia la persona. Hemos de recordar que las alteraciones que presenta la persona no se deben a la falta de voluntad, la terquedad o a la necesidad de llamar la atención. Es importante escuchar con calma, transmitir nuestro apoyo y reconfortar a la persona. Es conveniente evitar las conductas de control y vigilancia y buscar ayuda profesional
En sus inicios, la anorexia y bulimia pueden pasar desapercibida debido a que se camuflan, a menudo, tras conductas que son socialmente valoradas, como la autodisciplina y la alimentación sana. ¿Nuestra hija se preocupa por comer sano y mantenerse en forma? ¿Tiene una disciplina férrea que le hace cumplir con el ejercicio diario por muy cansada que se encuentre? ¿No tiene tiempo para quedar con las amigas porque tiene demasiadas tareas?
Respecto a los episodios de atracón, es importante entender que esta es una conducta que se puede manejar a través de la autoconciencia corporal, aprendiendo a gestionar las propias emociones y adquiriendo habilidades de auto-regulación.