La tercera enfermedad crónica más común entre las personas jóvenes

Los trastornos de la conducta alimentaria son la tercera enfermedad crónica más común entre personas jóvenes, llegando a una incidencia del 5%.

Muchas veces el trastorno comienza de forma sutil y aparece en forma de preocupaciones persistentes sobre la comida, el peso y la figura, sin que estos lleguen a definirse como un trastorno concreto. De hecho, el diagnóstico más frecuente entre personas jóvenes son trastornos inespecíficos que, de no abordarse, pueden llevar a trastornos con mayor entidad.

Los TCA, aunque tienen características distintivas, comparten una serie de síntomas como la insatisfacción con la propia imagen corporal, la preocupación persistente por la comida, la restricción alimentaria y la existencia de conductas compensatorias (exceso de ejercicio, purgas…). Hay una gran preocupación por el peso y la figura: los pensamientos sobre el valor nutritivo de la comida, el miedo a engordar o la necesidad de mantener la forma están siempre presentes y ocupan una parte importante en el día a día. 

Estos síntomas afectan a la vida de la persona y a su entorno, e implican a menudo un gran sufrimiento. El miedo a encontrarse en situaciones que implican comer lleva a evitarlas, con el consecuente aislamiento y pérdida paulatina de relaciones sociales. Cuando existen restricciones, estas afectan a la salud, produciendo fatiga, dificultades de concentración, debilidad generalizada y oscilaciones del estado de ánimo.

Los TCA se asocian, en ocasiones, con otros trastornos mentales como: la depresión, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, autolesiones, trastornos de la personalidad y consumo de sustancias, entre otros.

 

 

 

 

 

 

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