La imagen corporal es la imagen que forma nuestra mente sobre nuestro propio cuerpo, y está formada por componentes perceptivos, cognitivos, afectivos y conductuales.
Al tratarse de una imagen auto-elaborada, no necesariamente se ajusta a nuestra apariencia física real. Las actitudes que tenemos y valoraciones que hacemos influyen en gran medida.
La imagen corporal está profundamente influenciada por los estándares de belleza que predominan en la sociedad. En la actualidad, vivimos en un entorno donde desde múltiples fuentes (redes sociales, publicidad, educación, cine, incluso desde el sector sanitario) se nos transmite que la delgadez se relaciona con la belleza, el éxito social y laboral, la responsabilidad y la salud.
Diferentes estudios han demostrado que la internalización de estos ideales belleza es un factor de riesgo para el desarrollo de alteraciones en la imagen corporal. Y estas se encuentran en la base de trastornos como la anorexia nerviosa, la bulimia o la obesidad y otras alteraciones alimentarias cuyo denominador común es la distorsión o insatisfacción con la propia imagen corporal.