Este trastorno se caracteriza por episodios recurrentes de atracones, en los cuales la persona ingiere en un período corto de tiempo grandes cantidades de alimentos. Existe, además, un sentimiento de pérdida de control, es decir, la sensación de que la persona no puede dejar de comer o que no puede controlar lo que come o su cantidad.
Estos episodios se asocian a hechos como:
- Comer mucho más rápidamente de lo normal.
- Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
- Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre física.
- Comer solo, debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere.
- Sentirse luego a disgusto consigo/a mismo/a, deprimido/a, o muy avergonzado/a.