Pasamos aproximadamente un tercio del total de nuestro día tumbados/as en la cama, pero no siempre estamos durmiendo. Los problemas de sueño son cada vez más comunes, siendo el insomnio el trastorno del sueño más frecuente ya que se estima que entre un 6 y un 10% de la población lo padece de forma crónica.
Descansar es necesario para un buen funcionamiento tanto físico como psicológico, y la falta de sueño puede afectar en todas las áreas de la vida de la persona. En muchas ocasiones, estos problemas vienen asociados a episodios de malestar psicológico (estrés, ansiedad, depresión…), puesto que el cuerpo y la mente consideran que es necesario mantenerse en “estado de alerta”. Es así como al tratar de conciliar el sueño nos sentimos invadidos/as por preocupaciones, lo cual nos impide dormir bien. Sin embargo, lejos de encontrar solución a esas preocupaciones, la falta de sueño agravará los síntomas de ansiedad, depresión o estrés.
¿Cómo solucionar el insomnio relacionado con del malestar psicológico? Para ello, y así lo hacemos en terapia, será necesario abordar la raíz del problema, es decir, trabajar en esos aspectos que están causando en la persona un estado de ánimo bajo, sensación de estrés y presión, ansiedad generalizada… No obstante, existen recomendaciones que pueden ayudarte a promover el sueño y el descanso, como son:
- Evita el ejercicio físico tres horas antes de irte a la cama
- Intenta dormir únicamente por la noche: evita las siestas
- Evita realizar cenas muy copiosas y pesadas
- Modera la ingesta de sustancias estimulantes como la cafeína o la teína. Evita consumirlas después de las 16h.
- Trata que la habitación esté lo más silenciosa posible
- Garantiza que la habitación está a oscuras y que no te despertará la luz por la mañana
- Utiliza la cama solo para dormir o para la actividad sexual, pero no hagas otras actividades como trabajar, ver la TV, comer, leer…
- Si pasados 20-30 minutos en la cama no has conseguido dormir, levántate y vete a otra habitación para hacer otra cosa como leer, pero no te quedes en la cama. Repítelo tantas veces como sea necesario.
- Haz ejercicios de relajación y practica una respiración pausada antes de acostarte
Estos son algunos consejos que pueden ayudarte si padeces insomnio o tienes dificultad para dormir, aunque si el insomnio está directamente relacionado con un problema psicológico será conveniente acudir a un profesional de la psicología que te ayude a abordar la causa. Como decimos, el descanso es un pilar fundamental de nuestra salud física y psicológica. Garantizar un sueño reparador previene de algunos efectos de la falta de sueño como son: la falta de concentración, problemas de memoria, dificultades para tomar decisiones, irritabilidad, frustración… entre otros.