¿Qué ves cuando te miras al espejo? ¿Coincide con lo que ven en ti los/as demás? ¿Cómo te sientes respecto a tu propio cuerpo? ¿Te sientes igual todos los días?
La idea que cada persona tiene sobre su aspecto físico se conoce como imagen corporal. Se trata de una representación mental particular de cada uno/a y tiene que ver con los sentimientos y emociones que experimenta la persona respecto a cómo percibe su físico.
La imagen corporal puede ser positiva o negativa. Una imagen corporal positiva es aquella en la que la persona se siente segura y cómoda dentro de su propio cuerpo. Tiene una percepción clara y real acerca de cómo es, y es capaz de valorarlo y apreciarlo, siendo consciente de que su cuerpo solo es una parte del conjunto de su persona. Si
n embargo, si la imagen corporal es negativa, la persona presenta una percepción distorsionada de su propio cuerpo, viéndolo diferente de cómo es realmente, lo que le lleva a sentirse avergonzado/a de sí misma y de cómo es su físico. Esto aumenta el riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria, tener una baja autoestima o desarrollar síntomas depresivos, entre otras cuestiones.
Si bien desde los medios de comunicación nos bombardean con multitud de dietas para cambiar nuestro cuerpo, en buena medida tenemos el cuerpo que la genética nos ha dado. Lo podemos modificar, pero mínimamente. Sin embargo, podemos hacer varias cosas para mejorar cómo nos vemos.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra imagen corporal?
- Cuestionar el modelo estético impuesto: desde la infancia se nos “impone” una estética como referencia de éxito, con distintos atributos “deseables” tanto para hombres como para mujeres.
- Aceptar y valorar nuestro cuerpo, en buena parte se debe a los genes heredados de nuestra familia.
- Hacer una lista de virtudes/defectos tanto físicos como personales (en los aspectos físicos podemos incluir ademanes, gestos y partes que a veces no tenemos en cuenta)
- Si resulta difícil hacer esa lista de virtudes es recomendable pedir ayuda a alguien de confianza
- Tomar conciencia de los pensamientos negativos hacia nuestro propio cuerpo y de los apelativos negativos que le dirigimos
- Tratar a nuestro cuerpo con respeto y amabilidad, sin maltratarlo. Es el que nos permite andar, correr, sentir, expresarnos… en definitiva, es el que nos permite VIVIR.