Hoy por hoy, a todos nos suena eso de la «gestión de las emociones», pero ¿de qué se trata exactamente?, ¿cómo puedo gestionar mis emociones?, o más aún ¿qué son las emociones?, ¿sabrías diferenciar entre emoción y sentimiento?

Las emociones son un conjunto de respuestas neuro-químicas y hormonales que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo, como por ejemplo el ver una araña; o interno, como puede ser un recuerdo acerca de los años de infancia.

A lo largo de nuestra vida, nuestro cerebro no se limita a «memorizar datos», sino que también aprende modos de reaccionar a esas experiencias. Es un proceso altamente adaptativo, ya que tienen la propiedad de dar prioridad (atención selectiva y motivación) a la información relevante para nuestra supervivencia y adaptación social. Así pues, las emociones deben ser entendidas como señales internas que dirigen nuestra supervivencia, estados fisiológicos de acción rápida y adaptativa que busca conectar nuestra naturaleza biológica con el mundo externo en el que está inmersa. 

gestionar emociones, por crisitna larrayoz, psicologa en pamplona

 

Pongamos un ejemplo. Si aprendemos a asociar los insectos a las picaduras, cuando veamos uno tenderemos a experimentar la sensación del miedo: nuestro cuerpo habrá aprendido que, con esa información visual, esa es la reacción adecuada. Insecto ⇒ Picadura ⇒ Miedo

Las seis emociones básicas que son universales (Paul Eckman, 1972) son: alegría o felicidad, miedo, asco, sorpresa, ira o enfado y tristeza. Y aunque la emoción es similar al sentimiento, la diferencia radica en que este último incluye la evaluación consciente que hacemos de esta experiencia. Es decir, que en un sentimiento hay una valoración consciente de la emoción y de la experiencia subjetiva en general.

 

 

Llegados a este punto, ¿cómo podemos gestionar nuestras emociones?

  1. Tomar conciencia: Llevar un registro diario de emociones que me ocurren. Dónde la siento en el cuerpo (respuesta fisiológica), qué pienso (cognición) y cómo actúo (conducta).
  1. Expresar lo que te ocurre: Fomenta el desahogo, poner en palabras ayuda a definir lo que me pasa y detectar de dónde viene.
  1. Regular la intensidad: Intentar medirlas de 0-10. Por ejemplo, con la alegría, cuando “nos venimos arriba”, moderar la emoción.
  1. Reflexionar: La reflexión ayuda a dar sentido a la experiencia y detectar las emociones mas habituales en mi. Hacernos preguntas: «¿Por qué creo que me ocurre esto?», «¿Qué ha desencadenado mi reacción?»…
  1. Transformar la emoción: o desarrollar habilidades de afrontamiento. Por ejemplo, el enfado transformarlo por energía para el cambio. El miedo, desarrollar habilidades que me permitan hacer frente a él, por ejemplo, volar. Con la tristeza, hay que «dejarla estar», permitirse estar triste, para luego centrarse en lo demás.

 

Escucha aquí el audio completo de la psicóloga Cristina Larráyoz. Pulsa play.

¿Eres consciente de tus emociones?
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