“Está deprimida”, “qué depresión”, “esto que me dices me resulta deprimente…” ¿Te suena? Estos términos han pasado a formar parte de nuestra manera de hablar cotidiana. Ahora bien, ¿sabemos a que nos referimos cuando hablamos de depresión? ¿cuál es el papel de la tristeza?
Es importante saber que depresión y tristeza no son lo mismo, si bien la tristeza es la emoción predominante en la depresión. Mientras que la tristeza es una emoción, la depresión hace referencia a un trastorno mental o psicológico en el que existe un alto nivel de sufrimiento.
¿Qué es la tristeza?
Como decimos, se trata de una emoción, de un sentimiento, en muchas ocasiones asociada a una pérdida. Como toda emoción, cumple una función. En este caso la tristeza nos permite recogernos y reservar energía (algo así como cuando los osos hibernan en invierno).
¿Y la depresión?
En el ámbito de la psicología y de la psiquiatría la “depresión” se enmarca dentro de los conocidos como “trastornos depresivos”. Existen varios subtipos de trastornos depresivos con sus respectivos criterios que permiten realizar un diagnóstico. De todos ellos, el denominado “trastorno depresivo mayor” es el que comúnmente entendemos por “depresión”. Para que una persona pueda ser diagnosticada de trastorno depresivo mayor ha de cumplir al menos 5 de las siguientes condiciones. Deben darse casi todos los días durante un período de 2 semanas, y uno de estos síntomas ha de ser el estado de ánimo depresivo o pérdida de interés o placer:
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
- Disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades la mayor parte del día
- Aumento o pérdida de peso significativa, o disminución o aumento del apetito
- Insomnio o hipersomnia
- Agitación o retardo psicomotor
- Fatiga o pérdida de energía
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio intento de suicido o plan específico para suicidarse
De nuevo, la depresión no es “estar triste”, va mucho más allá. La depresión es un trastorno psiquiátrico que genera elevados niveles de sufrimiento y que afecta a numerosas áreas de la vida de la persona. La tristeza es una emoción muchas veces pasajera y necesaria en el ser humano. Sin embargo, un trastorno depresivo requiere de ayuda profesional especializada. Existen tratamientos psicológicos y psiquiátricos que se han demostrado eficaces para este tipo de problemas, pero dejarse ayudar es el primer paso para iniciar el proceso de curación.