No es raro escuchar la palabra “autoestima” en conversaciones cotidianas. “Tengo que mejorar mi autoestima” o “esa persona tiene la autoestima muy baja”, forma parte ya del lenguaje cotidiano, pero ¿a qué se refiere realmente? En este post queremos aclarar los conceptos de autoestima y autoconcepto, muy relacionados entre sí, pero con diferencias que es interesante conocer.

¿Qué es la autoestima? La autoestima debemos entenderla como la actitud hacia uno/a mismo/a, esto es, la manera habitual de pensar, amar, sentir y comportarse consigo mismo/a. No es innata, sino que se va construyendo a lo largo de nuestras experiencias y nuestra historia vital, y uno de los momentos más críticos en la construcción de la autoestima es la etapa adolescente. Estos sentimientos hacia uno/a mismo/a pueden ser tanto positivos como negativos, y de ello dependerá buena parte de nuestro comportamiento, tanto con nosotro/as mismo/as como hacia los demás.

¿Y el autoconcepto? El autoconcepto forma parte de la autoestima, pero no es exactamente lo mismo. Este término hace referencia a la descripción y las creencias que uno hace de sí mismo/a, es decir, no tiene que ver con cómo se siente hacia sí mismo/a sino con la idea mental de su persona. Así pues, el autoconcepto sólo se limita a describir una idea de uno/a mismo/a, y es la autoestima la que nos lleva a valorar, según cómo nos sentimos al respecto, de forma positiva o negativa esa idea. Por ejemplo, yo puedo tener la idea de tener los ojos negros, y según evalúe como positiva o negativa esa cualidad mi autoestima será diferente.

Además, el autoconcepto se configura entorno a distintas áreas o dimensiones, cuyo conjunto constituye la idea general de uno/a mismo/a:

  • Autoconcepto físico: percepción sobre la apariencia física, así como de las habilidades y competencia en cualquier actividad física.
  • Autoconcepto académico o laboral: conjunto de ideas respecto a los éxitos y fracasos tanto a lo largo de los años escolares, así como en el desempeño laboral de los años que le siguen.
  • Autoconcepto social: idea acerca de su habilidad para afrontar situaciones con otras personas y de la aceptación de los demás
  • Autoconcepto personal: percepción de la propia identidad y el sentido de responsabilidad, autocontrol y autonomía personales
  • Autoconcepto emocional: idea sobre el equilibrio emocional y sentimiento de bienestar y satisfacción general.

En numerosas ocasiones los problemas emocionales y del comportamiento que atendemos en la consulta de psicología tienen que ver con una autoestima y un autoconcepto muy negativo que impacta en la vida y el bienestar de la persona. Reformular la idea de sí mismo/a y ajustarla a la realidad es una de las tareas que trabajamos en terapia. Pide ayuda para que valoren tu caso en particular si tienes la sensación de que tu autoestima no es sana.

Autoestima y autoconcepto

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