¿Qué es una emoción? Una emoción es una respuesta del organismo tanto fisiológica como psicológica, ante un estímulo o situación del entorno. Dado que se trata de una respuesta fisiológica y psicológica, ésta se expresará tanto a nivel corporal (sensaciones físicas) como a nivel mental (pensamientos) y comportamental (acciones concretas). Las emociones, además, tienen un fuerte componente adaptativo, es decir, tienen una función y un sentido para nuestra supervivencia.
¿Para qué sirven las emociones? Como decimos, las emociones son útiles y necesarias para sobrevivir. Algunas son más agradables que otras, pero todas ellas necesitan ocurrir para el buen funcionamiento del ser humano. Existen 6 emociones básicas o principales, y cada una de ellas tiene una función particular.
- Alegría: la alegría, relacionada con otras emociones secundarias como el éxtasis o el placer, cumple las funciones de afiliación y reproducción. Así, nos permite acercarnos a los/as demás y nos motiva a establecer vínculos tanto de amistad como afectivo-sexuales.
- Miedo: la función del miedo es protegernos tanto física como psicológicamente. Si no existiera el miedo o el terror no tendríamos la capacidad de reaccionar ante el peligro y nuestra supervivencia se vería gravemente comprometida.
- Ira: la ira surge cuando percibimos que algo que queremos o deseamos no sale como esperábamos o que alguien está interfiriendo de manera intencionada en la consecución de nuestros objetivos. De este modo, la ira o el enfado nos permiten auto-protegernos o auto-defendernos.
- Tristeza: la tristeza aparece ante la pérdida (de alguien, de un objeto, de un objetivo, de un rol que estábamos asumiendo…) y tiene la función de motivarnos a parar, tomarnos un tiempo para nosotros/as mismos/as y recargar energías. De alguna manera, la tristeza invita a conectar con uno/a mismo/a, reflexionar y hacer un ejercicio de introspección muchas veces necesario.
- Asco: La función del asco es el rechazo. Esta emoción nos permite alejarnos de aquellos estímulos que pueden resultar nocivos, hirientes o aversivos para nosotros/as. Si no sintiéramos asco ante un alimento estropeado o podrido nuestro organismo se vería comprometido.
- Sorpresa: la sorpresa, relacionada con el interés, aparece en respuesta a algo que no nos esperamos, y nos sirve tanto para animarnos a explorar cosas nuevas como para orientarnos en el espacio y en el tiempo.
Como vemos, todas las emociones tienen un sentido y una función para nosotros/as, por lo que todas ellas deben de ser bienvenidas. No existen emociones positivas o negativas, pues todas son necesarias y nos aportan información sobre qué está ocurriendo en nosotros/as y en nuestro entorno. La clave está en cómo reaccionamos ante ellas sin dejar que éstas nos sobrepasen.